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9/7/10

LOS SUELDOS DE LOS PROCERES

Dos semanas después de haber cambiando la forma de gobierno en el Rio de la Plata, los miembros de la  Primera  Junta de Gobierno acordaron lo que ganarían por sus funciones.
Según decidieron el Presidente de la Primera Junta Don Cornelio Saavedra ganaría ocho mil pesos anuales-
Era bastante menos de lo que cobraba el Virrey Cisneros que se llevaba doce mil pesos todos los años, pero era más que suficiente para vivir sin ningún apremio.
En cuanto al resto delos integrantes se les asignó un sueldo deTres mil pesos anuales.
Uno solo de los vocales renunció a su asignación. Fue Manuel Belgrano, quien sin embargo cobró su salario por comandar las tropas enviadas a Paraguay, primero y al Norte después.
De todas maneras cabe aclarar que tenía el derecho a cobrar los dos sueldos.
El vocal Castelli, enviado al Alto Perú con un ejército, lo hizo.
Otro dato que conviene  aclarar es que muchos de los gastos que generaban las diversas comisiones se pagaran con el propio sueldo, mientras que para otros se otorgaban viáticos.
Por ejemplo, cuando Saavedra debió viajar al Norte en agosto de 1811 para reemplazar a Castelli luego de la derrota de Hualqui alquiló u n carruaje que le costó ochocientos pesos es decir la décima parte de su sueldo anual. La cuenta la pagó el Gobierno, pero aclarando que se descontaría del sueldo del Presidente de la Junta, anual. Parece que el hombre reclamó y entonces solo se le descontaron a mitad, mientras que el resto lo pagaría el Estado.
Además consiguió que el Gobierno le reconociera doce pesos de viáticos diarios.
Cuando Moreno renunció a la Junta dejó de percibir su sueldo. Pero al ser nombrado Comisionado ante Inglaterra, viaje en el que moriría, dejó de cobrar los tres mil pesos que le correspondían para pasar a cobrar ocho mil anuales, igual que el Presidente Saavedra.
Mediante un documento estableció que su sueldo se le pagara en Buenos Aires.
El encargado de cobrarlo sería Juan Larrea quien se lo entregaría a su mujer Guadalupe Cuenca de Moreno.
Como todos sabemos Mariano Moreno murió en alta mar en marzo de 1811, pero la noticia de su muerte recién llegó en setiembre de ese años a Buenos Aires, de manera que Guadalupe estuvo cobrando todo ese tiempo la paga de su marido. Eso sí, cuando en setiembre se supo en Buenos Aires que Moreno había muerto, el pago se suspendió, inmediatamente, por motivos de fallecimiento según rezaba el documento.,
La viuda tuvo que gestionar una pensión para sobrevivir y poder criar a su pequeño hijo
Por supuesto que muy distinta fue la situación de Don Baltasar Hidalgo de Cisneros, el Virrey reemplazado que siguió viviendo hasta el 24 de Mayo en el Fuerte, junto a su espléndida mujer, famosa en toda Buenos Aires por su  belleza, pero después debió abandonar su residencia oficial y alquilar una casa en pleno centro donde se reunían sus amigos, contrarios al movimiento revolucionario del 25 de Mayo., entre los que estaba el Fiscal Antonio Caspe.
Pero las cosas no se estaban poniendo tranquilas para estos españoles.
El 9 de Junio de 1810, en horas de la noche, algunos embozados , armados con palos, tal como los piqueteros de hoy, esperaron a Caspe en una de las oscuras calles de entonces y le dieron una soberana paliza, le ocasionaron algunas heridas y lo dejaron tendido en el suelo.
Caspe se ganó pronto la antipatía de los patriotas porque cuando se presentó en el Fuerte para prestar juramento como Fiscal ante las nuevas autoridades, lo hizo, según corrió la voz inmediatamente por todo Buenos Aires, con un escarba diente en la boca.
No fue el único acto de imprudencia, Otro español que también tuvo que hacer la misma ceremonia del Juramento al nuevo gobierno lo hizo desaprensivamente, limpiándose las uñas.
Era Manuel de Reyes, que tuvo más suerte que Canto, al menos no lo golpeó en la calle.
Estas cosas tenían preocupadas a las personas de los miembros de la Primera Junta, porque pensaban con justificada razón que podían desprestigiarlas.
Esta preocupación motivó un comunicado que se publicó en La Gaceta donde se justificaban los hechos porque la actitud de Caspe y de de Reyes había sido provocativa.
En fin, que las cosas no estaban tranquilas para los ex funcionarios españoles-

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