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9/7/10

ARBOLES EMBLEMATICOS Y CON HISTORIA




Desde el manzano donde Eva tentó a Adán hasta el que se le cayó otra manzana que justo le pegó en la cabeza a Newton dando origen a la ley de la gravitación universal, los arboles han sido espectadores y en algunos casos protagonistas de la historia, algunas veces de hechos reales y otros  legendarios.

Vamos a hacer una revisión de algunos casos, por, supuesto que no de todos, los que conocemos.

En Purmamarca, Jujuy, en un encantador pueblo de la Quebrada de Humahuaca , además de admirar el pintoresco Cerro de los Siete Colores ,donde además como souvenir se puede comprar frasquitos con las tierras de los siete colores, se admira un admirable algarrobo de mas de cinco siglos, junto a la plaza y la Iglesia , a cuya sombra Vitipoco, cacique de los omohuacas , reunió a las tribus de la región , para organizar la lucha contra los españoles en el 1700

En Barranca Yaco, en la Provincia de Córdoba, también se encuentra el enorme algarrobo, bajo el cual fue ejecutado Juan Facundo Quiroga, cuando viajaba al norte para cumplir una misión diplomática encomendada por Juan Manuel de Rosas. Junto a sus seis compañeros.

Los hermanos Reinafè luego fueron ejecutados en Buenos Aires, por ser incriminados en el asesinato, según se dice instigados por el Gobernador de Santa Fe, Estanislao López. Esto sucedió en 1835.

Merlo (San Luis) Este paraíso natural, vergel divino, según algunos que lo conocen bien, alberga el Abuelo Algarrobo. Los botánicos le adjudican más de 800 años de vida.

Según la tradición oral, este verdadero dios vegetal fue testigo de la euforia de Juan Facundo Quiroga y sus llaneros, antes de ir por el Manco Paz y también del abrazo que se dieron este general unitario y el Chacho Peñaloza.

Está a solo tres kilómetros de la ciudad y miles de turistas llegan a verlo.
En San marcos Sierra, un antiguo pueblo cordobés está el algarrobo de Nonsacate y el árbol era muy importante porque servía de referencia geográfica ya que antiguamente delimitaba el antiguo pueblo de San Jacinto, poblado comechingón, integrado por la tribu de los tulianes.

En Olta, en la Provincia de La Rioja hay un viejo algarrobo donde fue colgado el caudillo Ángel Vicente Peñaloza en el año 1863 por el Mayor Irrazàbal.

En Cruz del Eje, Córdoba hay un antiguo algarrobo también donde San Martin solía descansar en la siesta, luego de venir del Norte y estaba pensando en gestar el Ejercito de Los Andes para llevar a cabo su obra ,el cruce de la Cordillera y la libertad de Chile y Perú.

Cuando pasó unas semanas de descanso en Tucumán, también hay un algarrobo que le dio sombra en su descanso, en la Estancia La Ramada.

En Salta está el cebil, que es venerado por los salteños porque bajo su follaje murió su héroe máximo Juan Martin de Güemes.

Todos desde chicos   hemos escuchado en la escuela que Manuelita Rosas a la sombra de un aromo salvó muchas vidas que corrían peligro pidiendo clemencia por ellas a su padre el Restaurador de las Leyes Don Juan Manuel de Rosas , está en Palermo donde estaba la casona de Rosas.

También hemos escuchado hasta el cansancio en la escuela, la historia de la madre de Sarmiento, doña Paula Albarracín, que al menos debe ser de 1801, por que la casa la hizo construir doña Paula en un terreno que había heredado de sus padres.

Sin otros recursos instaló allí un telar bajo la sombra de la higuera y allí tejía lo que luego vestía o vendía a sus vecinos.

Con el tiempo, el patio, la higuera y el telar formaron parte del espacio en el que se desarrollaba la vida familiar.

Bajo su sombra Sarmiento recuerda haber aprendido las primeras letras.

Cuando sus hermanas mayores, en su afán de modernizar la casa, derribaron el árbol, el pesar de la madre fue tan grande, que el mismo Sarmiento decidió reparar el daño, catalogando al mismo de haber sido  provocado por un hacha higuericida.
Entonces, lo que hoy se conserva es un retoño.

Desde hace décadas el retoño, hoy, árbol, es cuidado por un ingeniero agrónomo, que controla la humedad, temperatura y salud de la planta.

Todos los años para la época de las podas, se hacen nuevos retoños de la higuera histórica y una vez que crecen se destinan a diversas instituciones educativas y culturales en todo el país y hasta en el extranjero que la solicitan.

Ligadas a la vida de San Martin encontramos varios árboles, además de los ya mencionados.

El pino de San Lorenzo, a cuya sombra, se dice que escribió el parte de la batalla.

En Saldan, Córdoba, hay un espléndido nogal, pegado a la casa donde se repuso de un malestar que lo había aquejado cuando estaba en el Ejercito del Norte
El Libertador estuvo allí desde Mayo a Agosto de 1814.

En El Plumerillo, Mendoza, se conserva el venerable sauce  llorón uno de los mas antiguos del país bajo el cual, dice la tradición, se sentaron a conversar y tomar mate San Martin y Bernardo de O’Higgins.

También, cerca de la capital mendocina está el olivo que plantó el propio General San Martin en su chacra cuando regresó de Guayaquil.

El algarrobo de Pueyrredon, en Plaza Flores de Buenos Aires, es un retoño del bicentenario algarrobo de la chacra de Pueyrredon, en San Isidro, es poco sabido que allí se entrevistaron San Martin y Pueyrredon cuando se hacían preparativos para la formación del Ejercito de Los Andes.

Por último, también pocos saben que bajo el pacarà de Segurola, en una plazoleta que está en Púan y Baldomero Fernández Moreno, bajo el cual el deán Segurola aplicó por primera vez en nuestro país la vacuna antivariólica entre 1810 y 1830.
Finalmente la magnolia de Avellaneda plantada por quien fue Presidente de la Nación en 1875 y cuyo acto provocó un entredicho en público entre el Presidente saliente, Sarmiento y el entrante que era precisamente Avellaneda, cuando se inauguró el Parque tres de febrero, en noviembre de ese año.

Además en Parque Lezama y la Casa Rosada hay ceibos, olivos y ombúes centenarios.

También hay árboles poetas: El Viejo algarrobo, de Atahualpa Yupanqui, que inspiró el poema No me dejes partir viejo algarrobo, el cual se halla en frente de la casa de don Atahualpa en Cerro Colorado y El Abuelo Algarrobo, al cual el poeta Antonio Esteban Agüero, le ha dedicado La Cantata del Abuelo Algarrobo y se encuentra en Merlo, San Luis

Todo esto en nuestro país. Pero, por supuesto en el extranjero también hay árboles famosos.
Vamos ha  mencionar solamente tres:

Los restos del ciprés bajo el que lloró Hernán Cortez luego de la derrota de la Noche Triste, en Méjico

Y El árbol de Guernica, en el País Vasco, en España, a cuya sombra se reunían los delegados de las Juntas de todos los pueblos vascos para deliberar.Está al frente de la casa de Juntas, en la localidad vizcaína de Guernika y simboliza las tradiciones libertarias de los vascos

Un retoño también está en Buenos Aires.

Y el Ibirá- pità que plantó José Gervasio de Artigas durante su exilio en Asunción, Paraguay.

Sería interesante que nuestros oyentes llamaran para saber cual puede ser el árbol más viejo de San Antonio Oeste

El más emblemático quizás sea el famoso arbolito de Salas.
Hay una fotografía  de la plaza del pueblo en 1912 cuando se plantan algunos árboles y hay quien dice que los que están en el Club Talleres, fueron plantados a principios del siglo por Don Juan Vichich que era dueño de la casa donde ahora está la sede de la institución quien se la comprara al antiguo ocupante.

También se afirma que los que están en el patio del Banco Nación son muy antiguos, como los que están en la zona de las antiguas barracas por Hipólito  Irigoyen y Avellaneda, cerca de la marea.
 Esperamos, entonces los llamados de los oyentes.

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